lunes, 7 de junio de 2010

XVII. CORRE CALLES

Por estas mismas calles transitamos cuando aún éramos manada. Al acecho de cualquier historia-vida-chica-jaleo. Ahora como mucho somos un puñado de salvajes domesticados buscando no sabemos qué en no sabemos dónde. Todo va más rápido de lo que queremos aceptar. Pero al menos aún somos un puñado y me pregunto qué pasará cuando sólo seamos un par. O uno.
Por estas mismas calles aunque bien mirado ya no son las mismas. Cuesta reconocerlas y por supuesto ellas no nos reconocen a nosotros. Deberíamos volver a dejarnos los dientes y el hígado clavados en sus adoquines para que vuelvan a proclamarnos reyes de sus aceras.
O dejar que todo siga pasando más rápido de lo que queremos aceptar. Sin rencores.

miércoles, 2 de junio de 2010

XVI. RESABIOS

El Trabajador es, desde hace tiempo un hombre nuevo y sabio. Hace años nos veía desde las cloacas pero ahora si quiere puede mirarnos desde trescientos metros de altura. Es suficientemente amable y desconfiado. Respeta a J.L. aunque no le hace mucho caso pero está de acuerdo conmigo en que el Muerto Más Venerable se merece una religión propia o como mínimo un culto pagano.
El Trabajador cree que el Seguidor está condenado y le apena. Se desenvuelve bien por los suburbios y está bien informado, pero tambien sabe que las ratas mienten más que hablan y que las habladurías se vuelven verdades como puños en según qué bocas acaben.
Todavía hay esperanza.
Tengo que hablar un día con él sobre el Viejo Cascarrabias, aunque creo que es demasiado punky como para apreciarlo. Bien mirado, tambien el Viejo está hecho un punky de cojones, por mucho que se las haya dado siempre de poeta.

XV. ¿OTRO?

Creo que mi Amigo Suicida tiene un seguidor. Él dice que todo está bien y que ama la vida. Pero lo más probable es que mienta. Todos mienten.
La voz entre las parras trae malos augurios y las vísceras de un cuervo moribundo no dijeron nada concluyente. Siempre queremos tener razón pero a veces esperamos equivocarnos. Y es que la espera no merece siempre la pena. Se han ido ya muchos y J.L. no sabe o no quiere aconsejarme sobre el tema. Me dice que hagamos una ouija a ver si obtenemos respuestas. Si fueran tan fácil cualquier santero de mierda podría ser un dios.
Pero el Seguidor sí es real y sus ojos vidriosos podrían apagarse un día.
Démosle un voto de confianza ciega y estúpida.

XIV. PI ERRE CUADRADO

En realidad no recuerdo haber estado allí. Pero mis pasos me delatan. He seguido mis propias huellas y puedo afirmar que es una sensación extraña. Sin duda son recientes y hablan entre ellas susurrantes. Poniendo el oído parece que hablen del tiempo pero estoy seguro de que hablan de blues.
Es lógico, tienen que acabar en algún sitio y pocos lugares se me ocurren mejores que un blues para terminar cualquier cosa, incluso aunque seas un blancoclasemedia encerrado en una biblioteca.
Aún así no recuero haber estado allí, aunque tampoco recuerdo haber estado en una biblioteca.
J.L. me ha parado y me ha dicho que deje de andar en círculos.
Le he dicho que todavía me quedaban un par de vueltas más.

XIII. ENERGÍA

El peso de la madera entre las manos y el temblor eléctrico cruza el cuerpo de parte a parte. Toneladas densas sudan historias contadas de mil maneras.
Y ese pulso primitivo. ¡Ah, ese pulso primitivo lo controla todo! Cada paso. Cada ademán.
Cuerdas vocales escupen duduás que colorean un cuadro pintado al aire alcanzando algún pájaro que ya no volverá a ser el mismo. Vio la calma antes de provocar la tormenta siempre al borde del naufragio.
Caminando de puntillas sobre el filo. Y es más o menos así. Pero siempre es diferente.