miércoles, 7 de abril de 2010

II. DE LO REAL Y LO FICTICIO?

El Joven Anciano me lo contó. Se lo contó a quien quiso escucharlo y a quien no tambien, aunque mi racionalismo empírico siempre tiende a simplificar.
- ¿De qué color es esa oveja?
- Blanca
- Depende
- Vale, es blanca, con algún mechón gris y un pequeño tonillo rubio en las puntas. Ah! y marrón roña en los cuartos traseros.
- Pues no. Es rosa.
Y tiene razón. Pero solo en parte. Aunque muchas veces la parte es mayor que el todo. Vaya, casi parece que está hablando él...
Hoy me encontré con el Muerto Más Venerable. Me volvió a enseñar lo pequeño que soy. Me ha dicho que eso ya lo había hecho él antes. Y mejor. Pero lo dice sin arrogancia, de modo que a nadie puede parecerle mal. Además tiene razón. Todo lo que bulle y bullirá en mi cabeza ya lo hizo él en vida. Y mejor.
Quizás por eso el Joven Anciano tenga razón. Esta noche he derramado el vaso. El séptimo vaso para ser exactos. Al menos pude beberme los otros séis.
- ¿Me cobras?

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