jueves, 8 de abril de 2010

IV. CONCIENCIAS APAGADAS

A veces todo da mucho asco. Más que los gargajos con sangre coagualada (o no) de un cirrótico. Miras a tu alrededor y todo está mal. Nada merece la pena. Pero es solo una urticaria momentánea. Nada que no cure el calor humano. O el calor de un bourbon bien frío.
Mi conciencia se ha ido apagando con los años y, por lo que veo, la de los demás tambien (si es que alguna vez la han tenido). Es la cultura del Yo antes que Tú.
Pero no importa. No hay nada que hacer y el hedonismo es una salida más que aceptable. Y luego está Ella. No hay nada que Ella no cure.
Hoy J.L. me cuenta algo sobre gnomos de jardín. Vanalidades que evaden a sus defensores y me adormecen. Pero la mierda sigue ahí afuera. Esperando para alcanzarnos a todos.

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