miércoles, 14 de abril de 2010

VIII. ESTADO COMATOSO

Noches de esas. En las que sueltas todo lastre incluso el que debería formar parte de los veintiún gramos que al parecer perdemos al morir. Hay cosas que deberían quedarse ahí, dentro.
Pero el Chico Alegre me da la razón y a estas alturas no debería importarme pero.
Un órdago lanzado a tiempo siempre es en mal momento hasta que se demuestra lo contrario. Y por la bocaza morimos peces y mamíferos de toda clase y condición.
Ahora ya no importa. Veremos mañana. Punto y coma.

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