martes, 20 de abril de 2010

XII. POR DENTRO

El Rey Asiduo siempre alza su dorada jarra. A él no le importan J.L., ni el Viejo Cascarrabias, ni el Estupendo Neil. Sólo nos saluda a nosotros y brinda su sonrisa. El Joven Anciano anda por aquí hoy y el Chico Alegre debe estar repartiendo en otra parte. Y Ella.
J.L. nos enseña las tripas. Juraría que se han despedido. Mejor me vuelvo al sofá.

3 comentarios:

  1. Esto es un poco Allen Ginsberg...Me recuerda al poema titulado Deja tu Montaña

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  2. Que no se pare la fluidez! Queremos más!

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  3. Pronto, pronto. Son los horarios que no dejan correr la creatividad.

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